Cuando se habla de prostitución, inmediatamente se piensa en el uso
del cuerpo con fines sexuales. Algunos piensan en pecado, vicio, infecciones
e incluso necesidad vital.
Pero es el nuestro cerebro, con nuestras ideas, quién es el encargado
de generar nuestros pensamientos lógicos.
¿Alguién se ha preguntado alguna vez por la prostitución emocional?
Quizás nunca hayamos oído hablar de ella, ni nos hayamos planteado semejante
existencia, pero sin embargo, TODOS hemos vendido nuestras emociones.
Quizás seamos contrabandistas de ellas a cada minuto del día. Cambiadas por
favores de todas las índoles. Piratas de mares llenos de almas dónde todo se roba,
todo se vende y nada se da, a no ser que sea, eso sí, a cambio de algo más valioso.
Igual que la prostitución tradicional.
No te daré nada si antes no has pasado por taquilla.
del cuerpo con fines sexuales. Algunos piensan en pecado, vicio, infecciones
e incluso necesidad vital.
Pero es el nuestro cerebro, con nuestras ideas, quién es el encargado
de generar nuestros pensamientos lógicos.
¿Alguién se ha preguntado alguna vez por la prostitución emocional?
Quizás nunca hayamos oído hablar de ella, ni nos hayamos planteado semejante
existencia, pero sin embargo, TODOS hemos vendido nuestras emociones.
Quizás seamos contrabandistas de ellas a cada minuto del día. Cambiadas por
favores de todas las índoles. Piratas de mares llenos de almas dónde todo se roba,
todo se vende y nada se da, a no ser que sea, eso sí, a cambio de algo más valioso.
Igual que la prostitución tradicional.
No te daré nada si antes no has pasado por taquilla.