"Alimenta tu fe y tus dudas morirán de hambre"

jueves, 27 de enero de 2011

Una vez más.

Nunca sabes cuál va a ser el tiempo que separe ésa carta de amor de la carta de despedida.
De la herida abierta que se ha vuelto a formar en tu corazón, ni si quiera de si
estás segura de que va a poder repararse de ese maldito suceso. De que seguirá
hacia delante con más y más fuerza.
No te quiero pero te quiero. No puedo desearte que encuentres a alguién mejor que
yo porque querría que volvieras a encontrarme a mí. Se que no es posible, se que no
se va hacer realidad. Esperaré, un mes, no más. La vida, a diferencia de lo que podría
haber pensado otras veces, me espera. No estoy sóla y también lo he aprendido. Tengo
personas que me quieren y una familia que me apoya aunque ellos no sean tú.
Es tu decisión, aunque quizás es también la mía ocultada bajo un manto de miedo y
confusión, un respaldo de fin de semana, una salvación ante momentos de soledad pero
es la decisión.

domingo, 16 de enero de 2011

Quiero escribirte, algo diferente. Sé que nunca lo leerás, pues yo no te dejaré.

Eres particular por no decirte raro, puesto que eso ya lo soy yo.
Me paso de los límites normales de pensamiento, y así me va.
Mi cerebro se activa exageradamente, se desconecta y se hipertrofia cuando
no se donde tengo que poner el límite.
Mi volición está más que perdida cuando no te tiene. Mis manos lloran cuando no
te ven y mis ojos se deslizan con tu tacto cuando no les tocas, pero siempre es mi
boca la que se rinde a tus susurros, y mi vida la que se pierde en el camino.

Dicen que los polos opuestos se atraen. A ti y a mí nos separa la misma distancia que
la que existe entre el polo norte y el polo sur. A veces es demasiada y otras es
insuficiente, pero aún así querría tenerte mucho tiempo.

No me atrevo a decirte lo que hace días querías oír, por el simple hecho de que tengo
MIEDO a que las palabras si que se las lleve el viento. Sin embargo, tengo una
curiosidad especial de saber si tu las sigues pensando, de si quieres, tanto como yo,
pasar más días a mi lado.

No quiero fechas, ni si quiera necesito el tiempo.
Quiero tu presencia o tu ausencia pero con pequeños detalles. Algo que me haga sentir
que no empieza otra glaciación y que los muros de mis diques siguen fuertes a la presión.