¿y si resulta que llevamos toda la vida equivocados?
¿Y si Disney nos ha estado engañando siempre?
Quizás la respuesta que esperamos no venga nunca porque jamás puede cumplirse. Me refiero a que tal vez un sapo nunca pueda convertirse en tal porque no puede. A lo mejor tiene que ser al revés, que seamos los demás los que nos tengamos que convertir en sapos.
O a lo mejor lo más razonable sea no pensar en eso...
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ai aii aiii dejemonos de pensar en tantas ranas...sapos....batracios en general, nos irá mejor limitate a ser feliz y punto señorita M!:)
ResponderEliminarmuá
Disney tiene la culpa de muchos fracasos amorosos...! Pero el poeta tiene razón, habrá que hacerle caso.
ResponderEliminarUn beso!!
Dale de comer al blog silvia, que lo tienes a dieta...y me lo vas a matar de hambre!
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