"Alimenta tu fe y tus dudas morirán de hambre"

viernes, 2 de julio de 2010

Caminaba hacia la universidad. Sentada en la parte izquierda del autobús junto a la ventanilla.
Tenía una larga ruta, así que intentaba hacerla lo más amena posible.
Miraba a través de sus grandes ojos verdes a todas aquellas personas que corrían de un lado para otro sin saber muy bien su rumbo, y de repente, apareció como salido de la nada, alguién que parecía sentir la vida. Tranquilo y relajado, como si no tuviera prisa.

¿Has pensado alguna vez hacía dónde irán todo ese mogollón de personas, siempre corriendo y con cara de muy pocos amigos? Una cita con alguién apenas conocido, un café con los amigos, ir a ver a su abuela al hospital o quién sabe, quizas a ningún lugar.




Porque nunca nos paramos a pensar en los demás, por muy buenos que nos creamos, porque sigue habiendo gente que sabe como disfrutar de la vida, porque en tu casa siempre estará la mía, porque habrá momentos en los que no sepas hacia donde ir, porque nunca esperas lo que viene.

Párate, mira, escucha y si hace falta pregunta. Pero ante todo y sobre todo

CARPE DIEM

2 comentarios:

  1. aplicate el cuento ese que tanto y tan bien vendes de Carpe Diem mientras doblas camisetas como si fueras un robot pequeñico!:D

    ResponderEliminar
  2. Me encanta jugar a adivinar la vida de las personas, en algunas es facil, en otras...mejor ni pensarlo

    Un muá!

    ResponderEliminar