"Alimenta tu fe y tus dudas morirán de hambre"

sábado, 28 de mayo de 2011

Mientras ella trabajaba en el ordenador tenía la costumbre de mirarle de reojo. Curiosidad, de si por un instante, había cambiado en algo. Extraños compañeros de piso.
Ángela pensaba que podía seguir así toda la vida. Jugando a evitar su mirada, mientras de noche planeaba la manera perfecta de declararle lo que por él sentía.
Giros rápidos de cabeza que le producían unos terribles calambres en el cuello, pero la verguenza que podía sentir si fuese descubierta por él, le provocaría algo parecido a la muerte.
Incluso todavía cuando él se le acercaba para interesarse por su día y de si aún tenía oportunidades para intentar invitarle a cenar, ella sólo sabía responder con un temblor de piernas.
Cómplices pero todavía amigos, deseaban estar el uno con el otro, piel con piel, labio a labio y nariz contra nariz. Pero era difícil, sobretodo porque llevando 3 años convivindo juntos, habían omitido lo más importante.
Obviaban uno y otro, las ganas que se tenían, y uno por atrevido y otra por temerosa estaban haciendo que ese momento siguiera siendo, lo que entre el texto se desvela...


MÁGICO

No hay comentarios:

Publicar un comentario