"Alimenta tu fe y tus dudas morirán de hambre"

sábado, 1 de mayo de 2010

V.

Estoy apoyada contra la pared. Me separan 20 centímetros de mojarme.
Apretada entre mis libros me abrazo a mi misma. Aunque estoy semi resguardada
debajo de esta mínima fachada del banco de España me estoy mojando, y ya sabes
que no es tan divertido porque no estás.
Llevo 30 minutos esperando al bus, y no viene. Me encantaría verte aparecer,
mientras presumes de soberbia, que me hicieras uno de tus gestos cómplices y
vinieras a mi.
Pero mis expectativas ya no serán las tuyas, y tu corazón no jugará una tercera partida.
He jugado mal a ese juego al que aún no se jugar, y no se si me has perdonado, ni si quiera
sé si debería pedirte perdón, ni tampoco se si es normal que pudieras odiarme.
No sé si tus palabras fueron ciertas pero esta vez no levantas tu cabeza, y en el fondo
es lo que me jode.
Si, prefiero que me odies antes de que me digas que no lo haces y saber que no volveremos
a como estábamos antes. A nuestras risas, nuestras conversaciones, tus paridas, tu picardía,
mis mosqueos, las miraditas y esa vista al futuro que por un minuto hicimos.
¿Volver? No se si es la palabra.

1 comentario:

  1. Me gusta ser rescatado y rescatar, y si es con un gesto cómplice mas...y si llueve mucho mas!
    Me gusta el texto señorita Manz!

    ResponderEliminar