"Alimenta tu fe y tus dudas morirán de hambre"

miércoles, 12 de mayo de 2010

Traemelo.

¿ Y cómo empiezo? ¿Qué es lo que escribo? o mejor, ¿que describo?
Empiezo por la estúpida sonrisa que me has dejado en la cara y que no
se cuando volverás a dibujarme o mejor empiezo por describir la sensación
que me produce tenerte, cerca o lejos.
Ya ves, 10 años juntos, y aún no nos lo podemos creer. Hemos sido cuerpos que
aprovechaban una tras otra las oportunidades que se les iban presentando.
Sufriste tú más que yo cuando te tuviste que ir 2 años lejos de aquí, de tu ambiente,
de tus vicios, de tus lugares favoritos y de mis te quieros. Era tu oportunidad, la vida
pasaba y no pudimos dejarlo, me dijiste que los días junto a mi se presentaban
todavía mejor.
Nos hicimos a nosotros mismos y cuando volviste me tocaba mi turno, pero esta
vez había variaciones. Era fuera del país y del continente. Respetaste la
decisión pero no acababas de compartirla. Me echastes de menos cuando todavía
estaba aquí, cuando no me había marchado.
Todo pasó y todo llegó. Volví, y ante mí, se abrían dos puertas de metal que
me daban la bienvenida de nuevo por aquí. Y te encontré. No eran rosas, eran calas.
No era tu cobarta favorita, era la mía. Y en tu mano unos zapatos de tacón que no
eran mis favoritos, sino tus preferidos. Estabas increíble. Me encantaste la 1ª vez que
te vi, y lo harás la última.


Siempre te deberé la mejor de tus sonrisas.

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